Ruta por los Castillos del Fin del Mundo
El inicio de esta ruta partió hace 2 veranos cuando nos fuimos a Valdivia a visitar a nuestras familias y recorrimos los 17 hermosos kilómetros hacia la costa que nos separaban del balneario de Niebla y sus coloridas casas empinadas en los cerros con vista al mar y a su playa de arena gruesa.
Es precisamente en este lugar donde se encuentra el primero de los fuertes de esta ruta, el Castillo de la Pura y Limpia Concepción de Manforte de Lemus (en honor al Virrey del Perú, Conde de Lemos), o simplemente, Fuerte de Niebla.
Hagamos un poco de historia, el fuerte fue construido en 1671 sobre un corte del cerro, y fue emplazado estratégicamente en la punta de Niebla o Santa Cruz y que permitía cruzar sus fuegos con los Castillos de Corral y Amargos, y su artillería tenía el mayor alcance y cobertura, en un arco de casi 180º.El terremoto de 1737 arruinó completamente la fortaleza siendo reconstruida por orden de Manso de Velasco en ese mismo año, el 14 de junio 1950 fue declarado monumento nacional y actualmente es el mejor conservado y más turístico de los otros castillos de la zona, es limpio y seguro, además posee un museo muy bien mantenido.
El circuito puedes hacerlo por tu cuenta o esperar al guía que recorrerá el circuito con un grupo. Pero sin duda, cualquier valdiviano puede darte detalles del castillo, como por ejemplo, que éste corre serio peligro de desintegrarse, ya que el fuerte oleaje golpea sus paredes que fueron hechas con piedra Cancagua, que es una arenisca rica en componentes volcánicos, por lo que el fuerte ha sido motivo de variadas restauraciones a lo largo de los siglos y actualmente está siendo postulada a la UNESCO.
En Septiembre del 2006 aprovechamos nuestras pequeñas vacaciones y nos fuimos por la carretera que va hacia Paillaco y en el kilómetro 16 dejamos atrás esta carretera y tomamos el camino que llega a La Unión, y al andar aproximadamente 6 kilómetros dejamos atrás el asfalto para entrar al camino de ripio de 46 kilómetros que nos llevaría a nuestro destino: El Castillo de San Sebastián de la Cruz o Fuerte de Corral, el que sólo habíamos visto desde el otro extremo de la bahía hacía un par de veranos y que ahora por fin podríamos conocer.
Había llovido durante la mañana, por lo que el frío nos acompañó en nuestra nueva aventura y luego de llegar a la pequeña ciudad de Corral nos dirigimos hacia el Fuerte que no lucía el mismo estado de conservación que el Fuerte de Niebla, aquí, ni siquiera nos cobraron entrada, tampoco había guía, sólo un señor que estaba en la calle nos contó un poco sobre la historia del fuerte, pero pensándolo bien ahora, tal vez influyó la fecha en la que hicimos la visita…
Otra vez hagamos un poco de historia, el Fuerte de Corral fue fundado en 1645 sobre los planos del Ing. Mayor de la Real Armada Don Constantino Vasconcelos, quien lo ubicó estratégicamente para defender la poza de abrigo del puerto, siendo uno de los más importantes de la bahía. Poseía el doble nombre de San Esteban y San Sebastián de la Cruz, y fue el que contuvo más cañones de todo el complejo defensivo, llegando a poseer un total de 21, de grueso calibre y al igual que el Fuerte de Niebla, también fue construido en piedra Concagua, por lo que también ha sufrido varias restauraciones a los largo de los siglos. Lamentablemente, como no es pagado y al parecer tampoco tiene mucha vigilancia (con la salvedad de que alguien cierra el portón de fierro grueso), éste está sucio en algunos lugares y rayado en otros, pero eso no impide trasladarse en el tiempo e imaginar la forma de vida de sus habitantes.
Un poco más al norte de la ciudad se encuentra los restos del Fuerte San Carlos, no ha sido fácil olvidarlo porque es el que está peor conservado, sólo queda un murallón que debe haber sido reconstruido hace algunos años y mucha basura que arroja la misma gente de los alrededores, pese a ser declarado Monumento Histórico por el Gobierno de nuestro país en 1950.
Este verano, espero que podamos ir al Castillo de San Pedro de Alcántara de Mancera