martes, marzo 21, 2006

Vacaciones 2006 - Día 2

Luego de dormir algunas horas y además mal, de desarmar el campamento base y de una reponedora ducha y un rico desayuno preparado a orilla de la carretera en la cocina improvisada, emprendimos nuevamente el viaje. Nos dimos cuenta de que habíamos olvidado traer la Biblia de todo viajero: la guía “Turistel”.
Demonios! Debíamos comprar un mapa con suma urgencia, pues en mis investigaciones con respecto a la ruta, no estaba tan segura de que camino era el más corto para llegar al Parque Nacional Tolhuaca.
Compramos un Mapa Rutero en la Copec (que en realidad era una vil copia de los mapas de la Turistel) y seguimos la ruta.
Por carretera sólo puedes admirar lo que hay a tu alrededor y debes imaginar que habrá más allá de los cerros y de la ruta…
Llegamos a Victoria, un lindo pueblo, pequeño, con las cosas típicas de un pueblo: plaza de armas, banco, correo, supermercados, centros de llamados e Internet.
En 15 minutos ya había recorrido el centro del pueblo a pie, aproveché de comprar algunas cosas y luego de cargar combustible seguimos a nuestro destino.
Por una mala decisión de mi parte (esto de andar pensando cosas que no debo :p) me equivoqué en señalarle la ruta a mi compañero, no había cumplido con la labor de un buen copiloto que consiste en estar atento a la ruta y ayudar al piloto, por culpa de mi error anduvimos casi 60 kilómetros de más y llegamos a Curacautín, aún estábamos a tiempo de tomar otro camino hacia Tolhuaca, pero nos dijeron que habían unas termas muy lindas, nos miramos con mi compañero y DEBÍAMOS ir a las termas primero.
La ruta ya empezaba a ponerse más pesada, las carreteras ya no existían y el camino de ripio se hacía nuestro nuevo compañero, el paisaje nos alentaba a seguir a pesar del cansancio, teniendo al Volcán Tolhuaca y sus 2806 metros de altura como nuestro testigo.
Oíamos la música del Panchi, nos aprendimos de memoria los temas de “Pulentos” “BKN” y tuve que oir Reggetón (lo que hace uno por los hijos :p) pero por lo menos la música servía para mejorar nuestro ánimo, el camino parecía no tener fin, ya no habían letreros de señalización y las casas hacía mucho rato que habían desaparecido de nuestra vista, nuevamente el miedo a lo desconocido se apoderaba de mi, pero es un miedo rico, es la adrenalina de no saber hacia dónde vas y que peligros pueden estar esperándote detrás de un cerro…
Finalmente llegamos a las famosas termas, ya de noche, hacía un frío descomunal, olvidaba a veces que estaba casi en la cordillera, preguntamos por las habitaciones y en realidad era demasiado caro para nosotros, ya que sólo estaríamos ahí una noche, en el lugar también habían lugares para acampar, a eso íbamos nosotros, buscamos un buen lugar y de nuevo a armar el campamento. Luego de un rato, unos “vecinos” nos invitaron a compartir con ellos una fogata para apaciguar en alguna medida el frío que hacía. Conversamos de la vida con ellos, teniendo como techo un cielo limpio y estrellado, de esos que no sueles ver en Santiago. Al cabo de un rato el cansancio fue más fuerte que las conversaciones y nos fuimos a dormir, ésta vez…yo estaba más tranquila…

Bonus Track : Un Año Más Vieja...

Desperté asustada, pensando que era lunes y que me había quedado dormida, Panchi jugaba en mi cama y veía los monos en la tele, mi mamá no me había ido a saludar, esperó a que por fin despertara (a las 11 a.m.) y me dijo que bajara, que me tenía un regalo : era mi torta favorita!! De mil hojas con manjar…bajamos con Panchi y me cantaron “Feliz Cumpleaños”, luego los chocolates de regalo y los besos y abrazos.
Era un año más vieja.
Era más feliz que antes pero con más preocupaciones.
Luego de un almuerzo familiar y de las llamadas de gente importante para mi nos fuimos a pasear con mis papás y hermanos, nuestro destino era “La Fiesta de la Vendimia” de Buin. Yo les aseguré a mis papás que era linda la fiesta, ya que yo había ido el año anterior.
Hacía mucho calor, pero yo iba feliz, en la radio de la camioneta de mi papá sonaba Nino Bravo y fue imposible no devolverme en el tiempo, cuando era chica y mi mamá hacía el almuerzo…entrando por la Avenida principal de Buin (que está rodeada de árboles gigantes) empezaron mis recuerdos, el camino, las viñas, los cerros, los árboles, ese olor a aire puro y a naturaleza…mi Bisabuela vivía en ese sector, en una parcela llena de árboles y con un terreno enorme, todos los domingos íbamos a verla, era una tremenda alegría poder correr, ensuciarse y jugar hasta quedar tirados en el suelo de cansancio, tengo los mejores recuerdos de ése período de mi vida, dónde me asustaba subirme a la Higuera porque la encontraba muy alta y podía caerme a una de las acequias que cruzaban la parcela, pero llegó un día en que ya no tuve miedo y descubrí que si quería, podía hacer todo lo que me propusiera…
Recuerdo las interminables “guerras” con terrones de tierra secos que hacíamos con mis primos, no importaba el largo camino que debíamos hacer desde nuestras casas en Santiago para llegar a ese mágico lugar, el regreso no importaba, nos íbamos duermiendo…
Cumplir 24 años y estar de nuevo ahí en Buin, en la plaza, fue completar mi felicidad de ese día, me di cuenta de que a pesar de que he creido que la que la vida ha sido injusta conmigo, era feliz con algo tan simple como estar con la gente a la cual amo en un bonito lugar y que me traía tantos recuerdo lindos…
De regreso a Santiago, seguimos oyendo música del recuerdo, esta vez el que dormía era Panchi y yo me sentí más grande y más feliz….

sábado, marzo 18, 2006

Aventuras 2006 Día 1

Estuvimos todo el fin de semana planeando las vacaciones con Andrés, mi compañero de aventuras, él debía terminar de reparar la camioneta en la que emprenderíamos el viaje, yo tenía una salida por ahi el sábado. Al final no resultó mi salida, Andrés llegó tarde y con la mala noticia de que tendríamos que aplazar el viaje para el lunes porque aún le faltaban unos arreglos a la camioneta.
Llegó el lunes, todo listo y dispuesto, la carpa, los sacos de dormir, los bolsos, las linternas, los colchones inflables, la nevera, la comida, todo...luego de una pequeña pelea por plata (el maldito dinero!! grrr) decido quedarme en Santiago, luego conversamos y arreglamos las cosas...a esas alturas yo ya no estaba tan entusiasmada en embarcarme en esta nueva aventura.
Finalmente nos fuimos, pero antes debíamos ir a comprar otro colchón inflable porque nos dimos cuenta de que uno de los que teníamos estaba roto, partimos a un tour por las tiendas, no estaba el que nosotros queríamos, resumiendo, terminamos en la Bodega de Doite allá en Quilicura...el famoso colchón no estaba en la bodega del local, tuvimos que ir hasta otra bodega, a unos 15 minutos del lugar y por fin, después de haber perdido al rededor de 3 horas, emprendimos el viaje, pero antes debíamos pasar a buscar unos logotipos de "Sin Brújula", nuestro Team Jeepero, porque nuestro principal objetivo era llegar a Villarrica el viernes para el evento que esperamos durante tooodo 1 año : el RAID DE VILLARRICA.
Llegamos al lugar y los logotipos no aparecieron por ningún lado. A estas alturas de la tarde ya no importaba, por fin empezamos la ruta cerca de las 7 de la tarde.
Es increible el buen estado de las carreteras y las autopistas, no duele pagar los peajes y el paisaje es hermoso, hasta la salida de Santiago la encuentro linda. El panorama cambia visiblemente a partir de Buin y sus viñedos, sus árboles furtales, su gente...
Pasamos nuevamente por los mismos peajes por dónde hemos pasado durante los años anteriores. Las cosas aparentemente no han cambiado. Es tarde, no podemos viajar de noche por todos los peligros que ello implica, llegamos a una área de descanso cercana a San Carlos (VIII Región) ha sido un día agotador, armanos la carpa al lado de la cabina se vigilancia, no estamos solos, hay otras carpas a nuestro lado. Nos da seguridad y confianza.
Francisco nuestro hijo, hace mucho rato que ya está dormido. Nostros hacemos lo mismo, pero a pesar del cansancio, yo no logro quedarme dormida, el ruido de los camiones, de los autos llegan a mis oidos a cada momento...y por fin me duermo, soñando que un camión nos puede arrollar y por primera vez en el viaje, siento miedo...

sábado, marzo 11, 2006

El Placer de Viajar

Durante estos últimos 3 años de mi vida me he dado un gusto...Viajar
No hay cosa más linda e interesante para mi que poder viajar, conocer ese Chile que tanto amo y que siento intensamente mío.
De chica, muchas veces soné con poder viajar, conocer lugares que no aparecen en la "Turistel" ni mucho menos en el Mapa. Poder conocer gente interesante, poder fotografiar paisajes realmete hermosos y sobre todo, vivir mi aventura al límite.
Durante estos años he descubierto otro Chile, ese que no aparece en las noticias ni en los diarios, he conocido la pobreza material de algunos pueblos, pero a la vez, he conocido su enorme riqueza cultural.
He podido conocer realidades muy lejanas a las nuestas que vivimos en una ciudad tan acelerada como Santiago, es increible lo diferente que es nuestra vida comparada a la vida de esa gente que vive en pueblitos alejados, dónde las preocupaciones no son internet, la ropa de moda o la vida del cantante famoso, si no que la principal preocupación es "que haremos mañana de almuerzo" o "ojalá que no llueva para que la siembra no se arruine"...
Por eso, porque amo mi país y su gente es que me embarqué en esta aventura de viajar y estas han sido mis experiencias...